Mejorar la cultura en el trabajo, lograr procesos de innovación eficientes, disminuir costes o integrar a los usuarios en el proyecto empresarial, son algunos de principales objetivos que persiguen las empresas a la hora de apostar por el Design Thinking como metodología estratégica.
El Design Thinking puede convertirse en un aliado para desarrollar nuevas propuestas y observar el entorno desde diferentes ópticas, todo ello teniendo muy presentes las necesidades e inquietudes del cliente.
No consiste únicamente en crear cosas nuevas, si no en mejorar los procesos, servicios, ideas o proyectos para adaptarlos a las necesidades de la sociedad. Existen muchos ejemplos en el mercado que argumentan el potencial del Design Thinking y los beneficios que han reportado a lo que hoy son grandes empresas de sectores tan diversos como la moda, la salud, la educación o la tecnología entre otros.
Hoy queremos hacer un repaso por algunas de las empresas que han logrado el éxito a través de proyectos de design thinking.
APPLE
Apple fue una de las primeras compañías que apostó por el Design Thinking en el desarrollo de su estrategia. Steve Jobs decía que ser emprendedor no tiene que ver con el dinero o la fama, tiene que ver con la capacidad para resolver problemas en la sociedad y la pasión para crear oportunidades donde la gente sólo ve problemas. Siguiendo esa premisa, y basándose en el Design Thinking, lograron unir diseño, tecnología y simplicidad, las bases de cualquiera de sus productos con los que han logrado conquistar a sus clientes y, por consiguiente, alcanzar el éxito.
AIRBNB
La compañía dedicada a la oferta de alojamientos particulares y turísticos a través de su plataforma web, pasó de ganar 200 euros semanales a convertirse en lo que hoy todos conocemos como AIRBNB. Esto fue, en parte, gracias a un proceso de Design Thinking. En 2009 se dieron cuenta que su modelo de negocio no era viable. Sus fundadores decidieron ponerse en la piel de los clientes para conocer sus necesidades. De este modo, comenzaron a analizar sus posibles errores y a hablar directamente con sus clientes, para descubrir cuáles eran los principales problemas que suponía la plataforma. Después de realizar todos los cambios que surgieron fruto de su trabajo de investigación y de ir midiendo los resultados que iban obteniendo, llegaron a su modelo de negocio actual, modelo con el que han conseguido revolucionar el sector del turismo.
BBVA
La banca es otro de los sectores que más está apostando por el Design Thinking en sus procesos de trabajo y BBVA es un ejemplo de ello. De la mano de IDEO, han creado cajeros más humanizados que se adaptan mejor a las necesidades de sus clientes. Ya han instalado algunos en Madrid y su objetivo es convertir las operaciones en una acción sencilla, segura y cercana. Esta nueva propuesta surge de un trabajo de Design Thinking en el que se ha tenido en cuenta la experiencia del cliente para el desarrollo de los mismos y su testeo posterior.
IKEA
¿Alguna vez, antes del nacimiento de IKEA, alguien se había planteado que un mueble con un diseño moderno y con un precio por debajo del mercado pudiera ser reducido a una caja de cartón que fuera fácilmente transportable en un turismo? Seguramente no, y mucho menos aún que una persona, con sencillas indicaciones, pudiera montarlo. El Design Thinking también ha tenido que ver en el crecimiento de este gran gigante sueco. Además, en los últimos años, también han apostado por la sostenibilidad tanto en el diseño como en la comercialización de sus productos, lo que también ejemplifica la importancia que le otorgan a las demandas del cliente.
ZARA
Desde sus comienzos, Zara ha sabido aplicar el Design Thinking en pro del crecimiento y desarrollo del negocio. Sus inicios ya atendían a un proceso en el que se tenía en cuenta las demandas de la sociedad para acceder a diseños de moda a un precio razonable. A lo largo de sus años han seguido apostando por el design thinking. Ahora mismo están trabajando para mejorar la experiencia del usuario en el retail, de ahí que estén realizando y testeando las primeras pruebas de realidad aumentada en algunas de sus tiendas.
Pablo Ordóñez