Los 90´s siempre estarán de moda, el Marketing de nostalgia y la empresa Bandai traen de vuelta a la famosa mascota Tamagotchi que vuelve recargada para enamorar a los centenialls
En tiempos en donde los Backstreet Boys eran el delirio de los jóvenes y la telefonía móvil era un lujo para unos pocos, los japoneses de Bandai crearon un juego que rompió con las definiciones tradicionales de lo que hasta ese entonces se conocía como “jugar”.
En 1996 nació el Tamagotchi, la mascota digital japonesa en forma de huevo y con el tamaño de un llavero, fue toda una sensación y acumuló ventas por 82 millones de unidades desde su lanzamiento, en 1997.
Ese mismo año Digimon lanzaba su propio dispositivo, antesala de Pokemon, la mayor franquicia de monstruos virtuales que hemos conocido. Lejos de extinguirse, Tamagotchi lanzó año tras año nuevas versiones de sus mascotas. Incluso un crossover entre Bandai y Pokemon.
En países como Ecuador, tardó varios años en llegar, pero el efecto que causó fue el mismo. El Tamagotchi era un juguete portátil con el diseño de un huevo que simulaba a una mascota de forma virtual. Pero necesitaba atención a tiempo completo para no morir.
Los tamagotchi demandaban atención, era necesario darles de comer, llevarles a dormir, jugar con ellos y limpiar su cuarto y hasta medicarlos cuando estaban enfermos, sin dejar atrás el sonido que emitían cuando algo ocurría.
Los adolescentes debían estar atentos a cada momento, lo que provocaba emociones reales hacia la mascota, convirtiéndose en un peligroso juego.
Ahora en el 2019, la compañía de juguetes Bandai lanzó una colección especial para celebrar el aniversario número 20 de Tamagotchi introduciendo al país la versión “chibi”, más pequeña que la original y con nuevos modelos que, sin embargo, manteniendo la imagen de la primera versión.
El nuevo Tamagotchi chibi mantiene las características que cautivaron al público mundial en 1997, año en que fue lanzada por primera vez esta mascota virtual con su clásica forma ovalada y un display LCD pixelado, además de una recurrente necesidad de cuidados, ternura y mimos. Además, viene con diseños diferentes de carcasa, todos únicos y en piezas limitadas.
Escrito por: María del Mar Pernett